martes, 30 de enero de 2024

Ganas de vivir


Cuando el frío de la mañana acaricia mi piel,

y el sol, radiante, pinta mi rostro.

Sé que es un día de alegría que comienza a surgir,

con ansias de vivir, con cosas por descubrir.


El alba susurra secretos de esperanza,

mientras la luz del día avanza y avanza.

El frío se disuelve ante el calor del amanecer,

y en mi mente florece un cálido renacer.


Los rayos dorados miman mi semblante,

una sinfonía de luz, un baile vibrante.

El día se extiende como un lienzo por explorar,

con promesas nuevas, un sinfín por saborear.


Cada paso que doy, resonando esperanza,

haz que el día se vista de risas, de bonanza.

En el rincón del alma, la alegría resplandece,

como una flor, que al jardín embellece.


La mañana se torna un poema de colores,

con sus rayos que despiertan a las flores.

La vida se deja ver con su danza encantadora,

un regalo diario, una promesa seductora.


Así, bajo el sol que me ilumina con su brillo,

abrazo el día con entusiasmo sencillo.

En este ciclo eterno de días que se renuevan,

encuentro la dicha, la vida que se eleva.

lunes, 29 de enero de 2024

Laberinto de sombras


Mi cabeza gira en remolinos,

pensamientos fragmentados, distorsiones, necedad.

Un pasado se cierne, sombras que desearía borrar,

susurros del ayer que persisten en martillar.


Atormentada me siento, en el laberinto mental,

donde los recuerdos danzan en un ritual.

¿Es real lo que pienso o un delirio infantil?

La línea se desvanece, confundiéndome en este perfil.


En la vorágine de un pasado que se desvanece,

la mente juega, la cordura padece.

Cuestiono si lo vivido es la verdad,

o un espejismo que mi mente crea en soledad.


Fragmentos de memorias, retazos de dolor,

se entrelazan con la incertidumbre, con el temor.

El pensar se convierte en un laberinto sin final,

donde la realidad y delirio se enredan en un torzal.


Quizás lo que imagino es solo una ilusión,

un espejismo que nubla la razón.

¿Acaso los pensamientos son reflejo de verdad,

o simples sombras en la mente, en la realidad?


En el torbellino de mi propia confusión,

busco respuestas, una clara dirección.

Entre pensamientos fracturados, en desvarío,

busco la verdad, en este laberinto sombrío.

El espejo


En el espejo me encuentro perdida,

reflejo distante, alma en olvido.

No soy el yo que imaginaba ser,

ni el anhelo que deseo poseer.


Mis ojos buscan mi propia verdad,

entre sombras de la realidad.

El reflejo revela un cambio sutil,

una metamorfosis, un vuelo hostil.


Ayer creía conocerme a plenitud,

pero hoy mi esencia se torna en inquietud.

El tiempo labra sus huellas en mi piel,

y en el espejo, un ser nuevo revela su laurel.


¿Quién soy ahora en este espejismo?

¿El eco de un sueño o un nuevo abismo?

Me desconozco en esta danza de ser,

un poema inédito por descubrir y entender.


No soy el pasado que se aferra al ayer,

ni el futuro que codicio con fe.

Soy un presente en constante devenir,

una imagen desconectada por descubrir.


En el espejo, mi reflejo se transforma,

como el agua que sigue su propia norma.

No soy lo que pensé, ni lo que anhelé,

si no un ser en constante renacer.


Así miro en el espejo y me desconozco,

un poema vivo, un verso suelto.

Soy la suma de cada instante vivido,

un ser en evolución, siempre compartido.